Las prácticas deben de ser una gran oportunidad para que la empresa capte talento y también para que el estudiante consiga una experiencia profesional para poder establecer las bases de su futuro profesional.

Por ello, en Global Talent, la consultora de recursos humanos especializada en todo tipo de perfiles desde becario hasta senior, hemos recopilado los tres requisitos básicos que exigirle a unas prácticas.

  1. Aprender: Es el legado más importante que unas prácticas deberían dejar al alumno que las curse. La finalidad de las prácticas, curriculares o extracurriculares, no es otra que aplicar en un ámbito completamente profesional todos los conocimientos que se han ido adquiriendo con los estudios. Por ello, este primer requisito es imprescindible pues, además, atrás quedó la figura del becario que hacía fotocopias y llevaba cafés.
  2. Desarrollar nuevas habilidades y competencias. Esta parte de la formación tiene como objetivo que el estudiante pueda comenzar su carrera profesional. Durante los años de estudios, el alumno ha estado desarrollando sus habilidades de una manera más teórica, y llega el momento de llevarlo a la realidad con las prácticas. El primer contacto profesional en empresas debe ayudarle para crecer y desarrollar cualidades como el compromiso, la capacidad de adaptación…
  3. Ayudar a construir una red de contactos. La última, pero no por ello menos importante, de las lecciones que debes de adquirir de una empresa es que son tu punto de partida para empezar con tu red de contactos. No importa si no te renuevan en aquel momento, el tiempo que has compartido en esa empresa va a ser muy relevante para tu futuro, así que no olvides pedir una carta de recomendación y mantener la relación profesional.