Un equipo de trabajo motivado llegará de una manera más sencilla a conseguir mejores resultados y el éxito.

La motivación hace referencia a la poca resistencia que se siente ante una actividad o tarea concreta. En otras palabras, las ganas que se tiene de hacerlo.

Al comenzar en una empresa, los niveles de motivación ante los nuevos estímulos que supone la novedosa experiencia a la que te enfrentas, hacen que cada día te levantes con fuerzas y ganas para afrontarlo. Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo en la empresa, esa sensación de presentarnos hacia algo fresco desaparece y, con ella, empieza a disminuir también nuestra motivación.

Los síntomas de esta nueva situación son muy diversos:

  • Comportarse como un zombi, es decir, que el trabajador se quede como perplejo durante mucho tiempo mirando la pantalla del ordenador. Nada tiene que ver con que estés un momento de esta forma porque estés pensando o buscando la mejor alternativa.
  • La táctica del camaleón. La pérdida de la motivación también puede hacer que quieras pasar completamente desapercibido y adoptar la actitud de este animal para conseguirlo.
  • Decir siempre que sí. La proactividad que se demuestra en el día a día puede acabarse si se está explotando la motivación del empleado. Uno de los aspectos más claves en los que se puede notar es en la tendencia a siempre decir que sí sin ningún cuestionamiento y, lo que es peor, sin aportar nuevas perspectivas con las que enriquecer tanto el trabajo como a la compañía.

Una vez determinados los comportamientos más comunes dentro de los empleados desmotivados, ¿qué se puede hacer para minimizar esta situación?

Para empezar, hay que tener en cuenta que esta situación se puede producir por muy diversas circunstancias como una baja remuneración, la falta de objetivos, comunicación o la falta de un plan de carrera en el que el empleado se sienta parte de la compañía y pueda ver su proyección en la misma.

Una de las primeras alternativas que se nos pasa por la mente para incrementar la motivación de los trabajadores es con un aumento o mejora de las condiciones, es decir, apostar por una respuesta económica. El problema de esta alternativa es que es una solución que tiene un efecto positivo que se diluye muy rápido en el trabajador. Por lo tanto, la medida deja de surtir efecto muy rápido.

Apostar por un gran líder que esté al frente de la compañía, apoye a los trabajadores a desarrollar esas actividades más tediosas es una de las grandes soluciones. De esta manera, el trabajador tendrá un ejemplo en quien apoyarse, a quien seguir y, además, con quien consultar la situación en la que se encuentra para superarla.

Otra alternativa pasa por analizar si existe un problema y plantarle cara. Para este paso, existen multitud de herramientas y encuestas de satisfacción para ver cuál es el conflicto y poderlo remediar.

La última alternativa que te aconsejamos está en apostar por el teambuilding, es decir, apostar por actividades que fortalezcan las relaciones interpersonales entre los empleados para crear un mejor clima entre ellos y, de esta manera, aumentar su motivación.